Patrimonio

Palma del Río a lo largo de su historia milenaria ha acumulado un rico patrimonio, expresión de los diferentes pueblos, civilizaciones y generaciones que nos han legado sus modos de vida. Desde la industria lítica del Peleolítico hasta la arquitectura industrial del siglo XX, todos han conformado el espacio urbano que hoy disfrutamos. Palma del Río, son las villas y alfarerías romanas, es el vicus de Palma, es la arabizada Balma con sus murallas almorávides, almohades y cristianas. Es la villa medieval de ermitas y hospitales, la renacentistas de palacios y conventos, la barroca de iglesias y torres, la diseñada por siglos entre el Guadalquivir y el Genil con azudas, norias, acequias, barcas, puentes. Es el legado documentado de archivos y bibliotecas, de museos, calles y plazas. Es la ciudad de todos. Palma del Río en el siglo XXI ofrece a todos la imagen de un pueblo que vive en armonía con su pasado y su presente. Aquí tienes el patrimonio histórico artístico de Palma, y además de un epígrafe de hijos de esta tierra que han contribuido a engrandecerla, y de un apartado de libros que enriquecen el conocimiento sobre nuestra ciudad. En todos estos apartados puedes colaborar con el área correspondiente. Gracias.

Fuente Bibliográficas:

GAMERO RUIZ, J. LEÓN LILLO, A. y LOPERA DELGADO, M.E.: Palma Monumental. Catálogo Histórico-Artístico. Palma del Río, 1994.

MORENO CARMONA, A.: Historia de Palma del Río, Madrid, 1963. 3ª edición de Palma Ilustrada de Fray Ambrosio de Torres, Sevilla, 1774.

MUÑOZ ROJO, M.: Historia y Devoción de un pueblo. Jaén, 2007.

NIETO CUMPLIDO, M.: Palma del Río en la Edad Media (855-1503), Córdoba, 2004.

Recinto Amurallado

El recinto amurallado de Palma del Río, declarado Bien de Interés Cultural BIC, es un espacio de contacto físico con la historia de esta ciudad. Sus muros son testigos de hechos reales y leyendas. Las murallas son mucho más que unos lienzos altos y unidos por torreones, fueron en un principio, una alcazaba o castillo que ocupaba el ángulo NO del recinto próximo a un meandro del río Genil. Cinco torres definían un espacio pentagonal, unidas por los muros, apenas ya visibles éstos y escasamente sus torres, como la llamada Mesa de San Pedro. Del castillo almorávide, queda el eco de batallas entre moros y cristianos por su lugar estratégico en el vado del río Guadalquivir por donde discurría la calzada de Écija a Mérida. Pero los almohades, reforzaron el castillo,ampliando sus defensas militares con nuevos muros y más y mejores torres. La cerca almohade cuenta con amplios lienzos de muralla fortalecidos por gran número de torreones, que afortunadamente se conservan. Mirando al norte se encuentra una de aquellas viejas puertas en recodo, que en época cristiana se reforzó con su nueva forma hexagonal y donde se construyó en su interior una capilla a la Virgen de las Angustias. La otra puerta, igualmente con la técnica defensiva de recodo, se encuentra al este, dando a la plaza del Cabildo. En ella se abrió un arco, conocido como Puerta del Sol, y sobre la misma el balcón del palacio. Recientemente, se ha recuperado los arcos de herradura de la defensa enrecodo.

Capilla de las Angustias

Cuenta la historia, que los moros atacaron la villa de Palma en el año 1483 por la puerta norte. Los defensores optaron por quemar aquella puerta del arco y así impedir el paso de las tropas musulmanas. La victoria fue sonada y llamaron todos al lugar, Arquito Quemado. Dispuso la señora Francisca Manrique, que la imagen protectora de la Virgen de las Angustias fuera colocada en el interior de aquella torre. Así nació un nombre singular de la toponimia palmeña. En esa torre se construyó en el siglo XVIII una pequeña capilla barroca en un espacio cuadrado cupulado sobre pechinas y con linterna. Cuatro nichos cubiertos con bóveda conforman los laterales. Una escalera en lado Este nos permite acceder a la cubierta y allí en lado Sur de la torre una sencilla espadaña. Tras la restauración llevada a cabo sobre esta histórica capilla se han recuperado todos sus elementos arquitectónicos reabriéndose la antigua puerta de la torre. Se ha restaurado el altar barroco colocándose nuevamente el cuadro de la Virgen de las Angustias. Esta capilla se puede visitar y subir a la cubierta de la torre con vistas sobre la Alcazaba.

Horario de Visitas:

  • De Lunes a Viernes: de 9:30 a 10:30 horas y de 18:00 a 19:00 horas.
  • Para visitas gratuitas, concertar cita en Oficina Municipal de Turismo: 957644370.

Palacio de Portocarrero

El palacio de los Condes de Palma responde a dos criterios; el primero, el fin de las hostilidades en el siglo XV no exigía un castillo defensivo, y por otro lado, un refinamiento cultural que demandaba una vivienda cómoda y hermosa como los palacios italianos. Así pues el último señor y el primer conde se afanaron en este proyecto trasladando su residencia del castillo en la zona Norte a un nuevo palacio en la zona Este. El palacio se abrió con puerta y balcón de estilo plateresco a la plaza del Cabildo, Un magnífico balcón con balaustrada de hierro cincelado, flanqueado por dos columnas corintias sobre grandes ménsulas, y sobre esto un coronamiento en cuyo centro campan las armas de los Portocarrero y Braganza por la segunda señora del conde. Los patios mudéjares con influencia renacentista con arcos de medio punto y columnas de mármol, articulan todo el edificio con grandes estancias, que comunican logias, solanas, galerías, jardines, alberca…

Las Cabellerizas del Palacio Portocarrero se sitúan en un edificio exento, sobrio y equilibrado, con pequeñas ventanas que taladran gruesos muros y vigas de madera oscurecidas por el paso del tiempo. Este monumento fue usado también como almacén de la Tercia, destinado a recoger el impuesto en especies durante la Edad Moderna. Construido durante el siglo XVI, actualmente es la sede del Museo Municipal, de temática histórico-artística.

Plaza mayor Andalucía

Desde la Edad Media se cita este lugar en los arrabales de la cerca, la muralla, donde se encuentra el Altozano de la calle, espacio que se define como la plaza, que será diseñada como centro del poder señorial a partir de la construcción del palacio de los señores de la villa de Palma.
El trazado rectangular se llevó a cabo con las murallas, palacio, casa Alhóndiga, juzgado, tercias, cárcel y cabildo, tiendas y mesones.
En eses edificios públicos se levantaron balcones usados para alquilar en las fiestas locales dado que la plaza es el espacio del universo festivo barroco con actos religiosos y lúdicos, entre ellos la celebración de festejos taurinos que derivaron en corridas hasta finales del siglo XIX.
Hoy la plaza ha recuperado su trazado renacentista de gran espacio público con árboles, plantas, fuentes, bancos y animada concurrencia rodeados de los mas notables edificios cuales son las Casas Consistoriales, la nueva oficina de Turismo, el balcón de Palacio Portocarrero, los lienzos y puertas de la muralla almohade y en definitiva el foro cívico tan necesario en una ciudad que ha renombrado este lugar como Plaza Mayor de Andalucía.

Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción

Desde la reconquista se ubicó en este solar la Parroquia de Santa María, que tras el Concilio de Trento pasó a denominarse de la Asunción de Santa María. La actual iglesia es fábrica del siglo XVIII en claro estilo barroco. Su obra se prolongó por muchos años comenzando en el crucero (1712) la portada (1725) la torre (1737) y la gran nave con capillas y portada lateral (1770). Así se trazó una planta de cruz latina con capillas laterales, comunicadas por galerías con arco a lo largo de la nave central que a los pies cuenta con coro alto con dos alas laterales donde asoman tribunas con bellos herrajes. La poderosa ornamentación de yeserías con gran diversidad de formas y estilos se deja ver en el crucero, pechinas, capiteles de las pilastras, modillones de las cornisas con estilos barroco o rococó. Pero es en la portada, donde monta la esbelta torre con fuste, cuerpo de campanas y el chapitel. Toda la torre está tallada en ladrillos de diferente tonalidad y con cerámica vidriada. Si el templo es hermoso también lo son sus numerosas obras de arte con magníficos retablos barrocos procedentes de distintas iglesias, así como lienzos barrocos de la escuela cordobesa. En el tesoro sacro destaca la custodia procesional, la cruz parroquial y un cáliz del siglo XVI de estilo gótico con elementos renacentistas, regalo del Obispo de Córdoba, Leopoldo de Austria.

Convento de Santa Clara

El origen de este convento lo explica fray Andrés de Guadalupe en su Historia de la Santa Provincia de Los Ángeles (Madrid, 1662) quien atribuye a Juan Manosalbas la fundación del mismo arrepentido por dar muerte a su esposa infundado de celos. Para reparar la memoria de su mujer y expiar sus culpas ofreció su casa para la orden de clarisas. El 13 de marzo de 1498 el Papa Alejandro VI firmó la bula de fundación y años más tarde, los primeros condes de Palma, Luis Portocarrero y Francisca Manrique fueron benefactores del convento, aumentando el edificio y trayendo a dos monjas de Santa Clara de Andújar para poner en marcha el cenobio. El conjunto del convento se estructura en varios cuerpos de edificación articulados por varios patios. El convento fue edificado a lo largo de varios siglos, apreciándose sus diferentes estilos mudéjares, renacentistas y barroco. El patio porticado del claustro, de planta cuadrangular, constituye el elemento arquitectónico de mayor valor artístico. Llama la atención la no uniformidad de las cuatro fachadas interiores, pues la situada al Norte, en la planta baja muestra columnas de estilo barroco, columnas salomónicas y capiteles simples frente a las tres galerías de columnas de ladrillo cerámico con basas y capiteles muestra del arte mudéjar. Desde es bello patio, se inicia un recorrido por nuevos patios, bajo y alto coro, celosías, iglesia hoy salón de actos, portería con torno y hermosos azulejos sevillanos, con artesanados y forjados por vigas de madera talladas, pozos y fuentes, jardines y alberca y naranjos en flor que invitan a la paz y reflexión.

Convento de Santo Domingo

El antiguo convento de Santo Domingo se encuentra en la calle Feria con calle Santo Domingo, de ahí sus más de quinientos años del nombre de esta calle, donde se fundara en 1400 un primer convento de dominicos, que según fray Ambrosio de Torres fueron expulsados del pueblo “…muchos vecinos del pueblo, clamaron y pidieron los arrojaran del lugar”. Luego habría dos fundaciones más, siendo la Bula del Papa Alejandro VI en 1501, la que definitivamente consolida a los dominicos en Palma hasta su salida por las desamortizaciones del siglo XIX.

Hoy el convento es colegio regentado por las Hermanas Terciarias Franciscanas, quienes mantienen la parte claustral destinado a la docencia y la iglesia al culto, bajo la advocación de la Inmaculada. El templo es del siglo XVI con una portada clásica con arco de medio punto entre columnas jónicas en ladrillo tallado y en la cabecera una original espadaña de dos cuerpos con una sola arcada en cada cuerpo, ricamente adornado con azulejos multicolores. La espadaña está algo inclinado por los efectos del terremoto de Lisboa. En el interior de la iglesia, muy reformada, nos encontramos con la capilla de la Virgen del Rosario del siglo XVIII, cerrada con reja de hierro forjado. La nave de estilo barroco cuenta con un retablo rococó en cuyo centro está la imagen de la Virgen del Rosario.

Otros detalles del templo son  el artesonado mudéjar del altar, los lienzos como “La institución del Rosario”, la reja de la sacristía y el acceso al patio donde podemos ver la primitiva y única galería del claustro con arcos de medio punto realizados con ladrillos, columnas de mármol blanco sobre pilastra. Desde el antiguo claustro se puede llegar a los nuevos patios donde se visualiza parte de la muralla por estar el convento adosado a la misma.

Convento de San Francisco

Con este nombre nos referimos al antiguo convento franciscano de Ntra. Sra. de Belén, fundado por la Bula del Papa León X expedida en 1518. El convento permaneció activo hasta la desamortización de Mendizábal a principios del siglo XIX, y desde entonces se dividió en dos partes, el templo siguió perteneciendo a la Iglesia, que la creó parroquia en 1954, y la otra, prácticamente todo el monasterio, que hoy es una Hospedería. Pero ambas partes se identifican como San Francisco.

En este lugar se encontraba una ermita extramuros de la villa de gran devoción a la Virgen de Belén. Tras ceder los Condes este edificio y solar para un convento de la orden de San Francisco, el nombre fundador fue el de la Virgen. El convento cuenta con una rica historia y un hermoso patrimonio que se perdió en la Guerra Civil. Hoy se conservan los grandes volúmenes de sus capillas entorno a la nave central donde quedan ecos de estructuras que se han ido superponiéndose. Podemos contemplar una unidad, que formaba la capilla de las Ánimas con bóveda gótica con nervios rectos y curvos, que se decoran con taqueados junto a un arco plateresco. Esta capilla pudo ser el lugar primigenio del convento dada la disposición de la torre espadaña y su integración en el claustro. La iglesia es del siglo XVII,  restaurada tras la Guerra Civil. Hoy cuenta con las capillas de Jesús en la Oración en el Huerto, la capilla de la Virgen de Belén, la capilla de San Antonio, la capilla del Santo Entierro, el panteón de la familia Cívico y la capilla de Santa Gema.

Hospital de San Sebastián

Durante la baja Edad Media florecieron muchas cofradías y hospitales  de caridad para atender a enfermos, contagiados de pestes, vagabundos, pobres y mayores que mal vivían de la indigencia. En Palma se da esta circunstancia con numerosas fundaciones hospitalarias como San Bartolomé, Cuerpo de Dios, Santa María de la Coronada, la Caridad y el Hospital de San Sebastián, éste último terminó unificando a todos estos centros.

El Hospital de San Sebastián inicia su labor a principios del siglo XV pero la Bula fundacional es del Papa Julio II, otorgada en Roma el 5 de septiembre de 1508. Las primeras ordenanzas establecían el copatronato del Hospital entre los Condes de Palma y el Concejo de la Villa. Muchos siglos de atención benéfica y asistencial, que desde 1889 tuvieron como responsables a las Hermanas Siervas de Jesús de la Caridad y desde 1942 a las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.

El Hospital es una edificación compleja que ha evolucionado con distintas construcciones de estilos diversos. La iglesia es una típica estructura mudéjar con nave única y cabecera cuadrada separadas ambas por un grandioso y decorado arco triunfal de medio punto, cierto avance hacia el Renacimiento pero aún impera el gótico. Desde el altar de la iglesia se accede a la capilla de Jesús Nazareno construida en 1672, mediante una reja de hierro forjado con leyenda sobre el titular en latín. Hermosos azulejos con angelotes, aves y decoración vegetal revisten la capilla. Y allí, la imagen de Jesús Nazareno con cruz, peana y faroles de plata.

Pero es el bello patio claustral con dos cuerpos de arquerías de medio punto labradas en ladrillo el que llama la atención del visitante. Si nos fijamos, observamos como la crujía Este presenta arcos rebajados, que indican ser el lado más antiguo. Las columnas de mármol blanco y la altura de las galerías le infunden una esbeltez y solemnidad únicas donde los días discurren entre el murmullo de la fuente y el diálogo de los residentes, dado que hoy convive el viejo edificio con una moderna residencia para mayores.

Iglesia del Buen Suceso

A principios del siglo XVIII, en 1723 según leemos en la fachada, se levantó la ermita de Ntra. Sra. del Buen Suceso. Puede ser que el buen suceso ocurrido fue conmemorar un hecho naval, un barco salvado milagrosamente de una tempestad tal como recogen las pinturas e inscripciones de la bóveda.

La iglesia fuera del casco histórico fue cercada por edificios adosados, que le han restado visibilidad. Destruida en la Guerra Civil, permaneció cerrada, luego fue academia y hoy está ocupada por la Hermandad del Santo Entierro, que le da vida con un hermoso nacimiento en los días navideños.

No obstante es admirable la sencillez y belleza de esta ermita con una portada de ladrillo con curioso arco trilobulado y flanqueado por estípites adosados como soporte apalastrado. Aún podemos distinguir su pequeña espadaña, su coqueto coro y su magnífica cúpula octogonal en el crucero. La cúpula aparece profusamente decorada con motivos vegetales pintados y las pechinas con pinturas alusivas al escudo de Palma. La nave está cubierta por bóveda con lunetos, donde se hace referencia a la conmemoración naval con un elegante barco y sus velas desplegadas.