El alcalde de Palma del Río, José Antonio Ruiz Almenara, y el gerente de Construcciones Parmeñas SL, Rafael Caro de la Barrera, han firmado esta mañana el contrato administrativo para la ejecución de las obras de restauración de la Capilla de las Angustias, una acción contemplada en el Proyecto para una economía sostenible mediante la puesta en valor del patrimonio histórico y el desarrollo de las nuevas tecnologías, cofinanciada al 70 y 30 por ciento entre la Unión Europea y el Ayuntamiento respectivamente.
El importe inicialmente aprobado para esta actuación era de 212.161 euros, que una vez realizadas las adjudicaciones se ha reducido hasta los 158.679 euros, de los cuales 135.084 corresponden a la ejecución de la obra por parte de la empresa señalada, y 23.595 euros a la redacción de proyectos y la dirección de la obra.
El alcalde ha expresado que con esta actuación confluyen un aspecto físico y uno inmaterial. Por un lado, la rehabilitación de la antigua puerta árabe de entrada a Palma, pero también la sostenibilidad económica y turística, pues no solamente queremos poner en valor el monumento sino la propia historia de Palma del Río. De este modo, no solo tendremos una parte tangible sino también intangible que debemos transmitir. Ruiz Almenara ha añadido que debemos intentar ser fieles y reconstruir de una forma didáctica todos los elementos que componen nuestra historia, un proyecto que en Palma tenemos capacidad técnica y empresarial para llevar a cabo.
Rafael Caro de la Barrera ha explicado que es una obra que tiene cierta complejidad por tratarse de una rehabilitación, pero creemos que estamos lo suficientemente preparados para poder acometerla. El representante de Construcciones Parmeñas SL ha informado que tienen intención de empezar los trabajos en el próximo mes de marzo, para lo cual cuentan con un plazo de ejecución de ocho meses.
Por su parte, el arquitecto redactor Luis Gala, ha puntualizado que pretendemos rehabilitar la Capilla de las Angustias con el máximo respeto a lo preexistente y hacer que este monumento sea visitable por todos los ciudadanos.
Por último, la concejala de Cultura, Reyes Lopera, ha contextualizado el proyecto explicando que hablamos de una construcción que Ramírez de Arellano sitúa en 1770, construida por voluntad de varios vecinos de la villa. La capilla se aloja en el interior del torreón heptagonal, antigua Puerta Norte de nuestro Recinto Amurallado, sufriendo esta puerta una gran transformación con las obras de la capilla. La decoración de su interior es de tipología barroca, a base de yeso describiendo gruesas molduras, es decir, propia del siglo XVIII en que se construyó. La intervención de recuperación del edificio se centrará lógicamente en la rehabilitación de la capilla barroca; no obstante esperamos que con el estudio previo que se realiza actualmente y el seguimiento arqueológico durante las obras, podremos obtener nuevos datos históricos que nos ayuden a conocer mejor el devenir de esta edificación y, con ello, también la historia de nuestra ciudad.